La mayoría de vehículos diésel y algunos gasolina de última generación equipan un filtro de partículas (FAP, DPF o GPF) que tiene como misión eliminar la mayor parte de partículas sólidas generadas por el motor durante la combustión para emitir menos al exterior. Las normativas EURO cada vez son más estrictas y eso hace que los fabricantes deban introducirlas en toda su gama para seguir vendiendo.
Pese a que el filtro de partículas supone un componente importante para preservar el medio ambiente, en ocasiones no suele serlo para el bolsillo del usuario. En esta entrada te hablaremos sobre un hecho que preocupa a muchos usuarios, la avería del filtro de partículas.
Fallo en el filtro de partículas
Un día te dispones a coger tu vehículo como siempre y de repente aparece un testigo luminoso de fallo motor o un mensaje en el cuadro de información: fallo en el filtro de partículas, contacte con servicio técnico. El coche entra en modo protección (limp mode) y deja de acelerar con las mismas ganas. En efecto, tienes una avería del filtro de partículas y toca llevar el coche a un taller o servicio oficial.
Una vez en el taller y posterior diagnosis, te confirman el peor de los resultados. El filtro de partículas está averiado y debe sustituirse. La reparación o sustitución de este componente es bastante caro, ya que la pieza de por sí es cara y suele estar ubicada en zonas donde se requiere de mucha mano de obra. Normalmente, los talleres te ofrecerán dos opciones: probar con una regeneración forzada del FAP o sustituir el filtro de partículas por uno nuevo.
Ya te adelantamos, que una regeneración forzada no suele arreglar el problema una vez ya ha salido a la luz. El problema no está en el componente, si no en el uso que le das.
¿Por qué tengo el filtro de partículas averiado?
Lo primero que debes hacer es entender cómo funciona un DPF. Se trata de un filtro colocado en el escape (no en el tramo final) que retiene una gran cantidad de partículas contaminantes. Una vez alcanza una gran cantidad de partículas, comienza a regenerarse de manera automática elevando la temperatura y quemando todo los residuos.
El problema viene cuando el vehículo comienza a regenerar el filtro de partículas y nosotros apagamos el motor. En ese momento, interrumpimos su labor y alargamos más el problema, hasta que llegue el día en el que el filtro esté demasiado saturado y no cumpla su función. En ese momento, aparecerá el testigo de avería del filtro de partículas.
Para que el filtro se regenere de manera automática debe alcanzar una temperatura elevada, y eso sólo se consigue usando el motor durante un buen rato y no en trayectos cortos típicos de una ciudad. Es por eso, que el vehículo diésel no es la mejor opción para trayectos urbanos. De todas maneras, ya te contamos todo sobre la regeneración del filtro de partículas anteriormente.
¿Qué debo hacer para evitar que el FAP se sature?
Lo que debes hacer, sobre todo si tienes un vehículo diésel, es dejar que alcance una temperatura de servicio. Esa temperatura, no es la del refrigerante. No es la aguja que siempre vemos, la mayoría de vehículos no suele mostrarla. Pero te damos unas pautas para que tu filtro de partículas no se sature en coches diésel.
Consejos para evitar la saturación del FAP:
- No uses el coche diésel para trayectos cortos. El motor genera mucho hollín cuando está frío y satura el FAP.
- No lleves el motor demasiado bajo de revoluciones. ¿Sabes cuántas averías se provocan por circular con bajas revoluciones?
- Si antes de apagar el coche ves que la aguja de las revoluciones sube y el motor ruge más… ¡se está regenerando! ¡No lo apagues! Serán 5 minutos, dale un vistazo al móvil o entretente con algo. Si no lo haces, cortarás una regeneración automática del FAP a mitad de proceso y no será nada bueno.
- De vez en cuando, dale un paseo al coche o aprovecha algún trayecto para exprimir un poco más el motor.
¿Quieres saber datos mucho más técnicos? En el canal de SOLOCLIMA encontrarás un vídeo donde desengrana teóricamente el filtro de partículas y su funcionamiento.
Muy bueno el aporte.