La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado cambios significativos en el Reglamento General de Circulación que entrarán en vigor en 2025. Estas modificaciones, contempladas en un Real Decreto, buscan reforzar la seguridad de los ciclistas, considerados usuarios vulnerables de las vías, y fomentar una convivencia respetuosa con los conductores de vehículos a motor. Desde del blog de Desguaces La Cabaña, te explicamos en detalle los ajustes que se implementarán.
Adelantamientos más seguros para ciclistas
Uno de los cambios más destacados afecta directamente a los conductores. A partir del próximo año, cuando un vehículo quiera adelantar a un ciclista en carreteras, deberá reducir su velocidad en 20 kilómetros por hora respecto al límite de la vía. Por ejemplo, si la carretera tiene un límite de 80 km/h, el adelantamiento deberá realizarse a un máximo de 60 km/h. Además, se mantiene la obligatoriedad de respetar una distancia lateral mínima de 1,5 metros, y en algunos casos será necesario cambiar completamente de carril.
La DGT justifica esta medida explicando que la protección de los ciclistas requiere minimizar los riesgos durante el adelantamiento. Según el organismo, “la reducción de la velocidad evita situaciones peligrosas, contrarrestando la diferencia de velocidad entre el ciclista y el vehículo motorizado, y eliminando la necesidad de realizar maniobras apresuradas”.
Obligaciones ampliadas para ciclistas
Por su parte, los ciclistas también enfrentarán nuevas obligaciones. Hasta ahora, el uso del casco era obligatorio con algunas excepciones para mayores de 16 años en casos como subidas prolongadas, razones médicas graves o condiciones climáticas adversas. Sin embargo, la nueva normativa elimina estas exenciones, haciendo el casco obligatorio en todos los casos, sin importar las circunstancias.
Otra medida relevante es la exigencia de portar accesorios reflectantes o luminosos cuando las condiciones de visibilidad sean bajas. Esto incluye la obligación de garantizar que los ciclistas sean visibles desde al menos 150 metros de distancia, incrementando así su seguridad en situaciones de escasa iluminación.
Normas específicas para entornos urbanos
En áreas urbanas, la normativa establece que las bicicletas deben circular preferentemente por el centro del carril si no existen carriles bici habilitados. Esta medida tiene como objetivo facilitar la convivencia con otros vehículos en entornos congestionados. Además, se permitirá a los ciclistas adelantar a vehículos a motor por ambos lados, ya sea por la derecha o la izquierda, algo que podría agilizar el tráfico en horas punta.
Por otra parte, en calles de un solo carril con límite de velocidad de 30 km/h, los ciclistas tendrán la posibilidad de circular en sentido contrario al flujo del tráfico. Esta medida, que puede resultar controvertida, busca fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible en entornos urbanos densamente poblados.
Objetivo: Mejorar la convivencia vial
Con estas modificaciones, la DGT pretende fomentar un entorno más seguro y equilibrado para todos los usuarios de las vías. Estas medidas son parte de un esfuerzo por reducir la siniestralidad en carretera y en entornos urbanos, garantizando que tanto ciclistas como conductores tengan normas claras que promuevan una circulación más armónica.
En resumidas cuentas, estos polémicos cambios que quiere aplicar la DGT prometen mejorar la convivencia vial y disminuir los accidentes de tráfico entre coches y bicicletas. ¿Será efectivo, o una medida más de restricción al vehículo?