El sistema de frenado de nuestro vehículo es el encargado de transformar la energía cinética generada por el automóvil en calor. Dicho en cristiano, es el encargado de disminuir la velocidad o incluso detener un vehículo. Como todo sistema de un vehículo, necesita de unos cuidados y mantenimientos para no perder su rendimiento y presentar averías. Además, los frenos son un sistema de seguridad que debe estar siempre revisado para que tú y tu familia viajéis de forma segura.
El paso del tiempo, los descuidos y el mal uso pueden hacer que los frenos no funcionen bien. Pero, ¿cómo sabemos que no funcionan bien? Por suerte, los frenos tienen diferentes formas de avisar de que algo no va bien. Pero antes, deberemos saber cómo funcionan los frenos.
¿Cómo funcionan los frenos del coche?
El conjunto de frenado del vehículo está basado en la fricción entre los discos de freno y las pastillas de freno mediante el uso del pedal de freno. Al accionar el pedal, el líquido de frenos genera una presión hidráulica que hace que las pastillas muerdan al disco de freno, y por lo tanto el coche comience a disminuir su velocidad. ¿Fácil no?
Los frenos hacen ruido al frenar
Seguramente hayas escuchado o te pase a ti mismo, que cuando el coche frena se escucha un ruido, un silbido. Ese ruido significa dos cosas:
- El testigo acústico de desgaste de frenos está haciendo su función. Eso quiere decir que ya va tocando un cambio de pastillas de freno.
- Hay polvo o humedad entre la pastilla y el disco. Con un limpiador de frenos sería suficiente
- Las pastillas de freno se han cristalizado. Es el fallo más común.
¿Freno cristalizado?
Sí, al igual que los neumáticos, los frenos se cristalizan. Eso significa que pierde parte de sus capacidades, se vuelven duros y no frenan del todo bien. Además, verás que parece que nunca se acaben ni se gasten, pero su rendimiento ha empeorado mucho.
Para que no se cristalicen las pastillas de freno, lo que hay que hacer es respetar el rodaje de los frenos después de cambiarlos. Para ello, durante los primeros 500 kilómetros deberemos frenar de manera suave y progresiva, dejando que tanto las pastillas como el disco se acoplen de manera correcta y se entiendan bien. Hay otros expertos que aseguran que es todo al contrario, que durante los primeros kilómetros se exija con fuertes frenadas. No desconfiamos de este método, pero parece más apropiado para otro tipo de pastillas, que no son las de un turismo convencional.
Para evitar cristalizarlos, además de respetar el tiempo de rodaje, te aconsejamos que no abuses del freno salvo en caso necesario. Esto quiere decir, que con el freno motor y con un poco de anticipación, podemos aprovechar para que el coche frene por sí sólo.
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