En este artículo del blog de Desguaces La Cabaña os explicaremos qué es y cuándo cambiar el filtro de combustible, un filtro que entra dentro del mantenimiento de un coche.
¿Qué es y cuándo se cambia el filtro de combustible?
El filtro de combustible es un sistema de filtrado que retiene las partículas contaminantes y otras sustancias, como el agua, para que no pasen a formar parte de la combustión y así provocar serios problemas en el motor del coche. De esta manera, el filtro de combustible protege el sistema de inyección (o carburación) contra el agua, el polvo, la humedad o el óxido que pueden estar presentes en la gasolina o diésel que podemos encontrar en las gasolineras de España.
Con un filtro de combustible en buen estado se garantiza un funcionamiento correcto del motor. El combustible se inyecta en la cámara de combustión a través de los pequeños orificios de alta presión que tienen los inyectores, por lo que si alguna partícula entra puede atascar la entrada de combustible y provocar una avería. Es junto al filtro de aire y el filtro de aceite el último de los sistemas de filtrado más conocidos del coche.
La mayoría de fabricantes recomiendan cambiar el filtro de combustible a los 60.000 km, pero nunca está de más realizar el mantenimiento del vehículo algo antes, a los 30.000 km y así evitar futuros problemas, ya que su precio no es muy elevado. La sustitución de un filtro de combustible es una tarea de mantenimiento sencilla en muchos coches y económica, ya que no suele costar más de 30 o 40 € el filtro y la mano de obra no va a exceder de 20 minutos en la mayoría de vehículos.
Importancia del filtro de combustible
Los motores diésel suelen ser más sucios que los gasolina, por lo tanto generan más residuos que retiene el filtro de combustible. Es por ello que el proceso de filtrado en un diésel es más importante y eficiente que en un gasolina, ya que un motor diésel moderno (common rail) tiene un espacio muy pequeño entre las piezas mecánicas, así que cualquier partícula que entre dará un peor resultado. Además, el gasoil es higroscópico, por lo que absorbe el agua y el agua genera corrosión, óxido y roturas en los inyectores y en el motor en general. El agua se genera por la condensación en los depósitos de la gasolinera. Pese a que los tanques de la gasolinera cuentan con numerosos filtros, siempre puede existir una pequeña proporción. Nuestra recomendación es que utilices un filtro de diésel con sensor de agua y que además, intentes repostar en las gasolineras donde veas más rotación de gasolina, es decir, las que más venden. De esta forma te aseguras que el movimiento dentro del tanque sea continuo y sea más difícil que haya mayor cantidad de agua.
En cambio, los filtros de gasolina no son tan exigentes como los de un diésel ya que el motor gasolina no es tan sensible a las pequeñas partículas. Tienen otra ventaja, y es que la gasolina no es higroscópica y no debe luchar contra el agua. De todas maneras, esto no significa que el agua no sea un problema, al contrario, el agua es un problema para los gasolina y diésel. Por lo tanto, te recomendamos que si quieres cuidar el motor de tu vehículo, te pongas a cambiar el filtro de combustible cuando toca.
Podemos encontrar en el mercado numerosos tipos de filtros de combustible, pero los más usados son los filtros de combustible blindados o de cartucho.
Síntomas y averías del filtro de combustible
Un filtro de combustible que está obstruido puede presentar unos síntomas que al final harán una avería. Los principales síntomas del filtro de combustible sucio son:
- Problemas durante el arranque: al estar obstruido no deja pasar bien el combustible y arrancará mal, si es que arranca.
- Ralentí inestable debido a la mala combustión que está haciendo el motor.
- Aumenta el consumo del coche: al estar el filtro obstruido, no entra el combustible necesario y la centralita del motor manda a enviar más combustible para compensar, por lo que el consumo del coche aumentará.
- El coche se para en marcha: si el coche ha estado parado durante mucho tiempo es posible que el filtro y el depósito de combustible esté taponado y no llegue bien el combustible.
- Pérdida de potencia: al no entrar el suficiente caudal de combustible, la combustión no es eficiente y por lo tanto el motor no genera la potencia de forma adecuada.
¿Tu vehículo presenta algunos de esos síntomas? ¡Es hora de cambiar el filtro de combustible antes de que vaya a peor!
Un filtro obstruido puede ser un quebradero de cabeza. Por eso lo mejor es conocerlo y prestarle mucha atención a las tareas de mantenimiento. De lo contrario estamos abonándonos al arreglo o recambio.