Sin ningún tipo de duda, es una de las preguntas que más se está haciendo los usuarios hoy en día. ¿Sigue siendo el diésel una buena opción?. Los compradores tienen cierta incertidumbre acerca de los vehículos diésel dadas las restricciones a la circulación. Eso ha hecho que la venta de coches diésel en 2019 sea la peor en los últimos 6 años. En este artículo analizaremos la compra de un diésel para sacar alguna conclusión.
El vehículo diésel, ¿una compra inteligente ahora?
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo es saber para qué se va a usar. Si lo necesitamos para hacer ligeros trayectos por ciudad, para ir al campo, para pisar un circuito o para someterlo a grandes kilometradas anuales.
La ventaja del vehículo diésel reside en que permite un ahorro a largo plazo basado en el kilometraje que le hagamos respecto a su versión hermana de gasolina. Por lo tanto, si tenemos pensado hacer muchos kilómetros (entre 20-25.000km o más al año), la opción a gasoil comienza a ser rentable. El coste por kilómetro es más contenido que su versión de gasolina, ya que suelen consumir menos cantidad de combustible y el litro es más barato, de momento. Además, hoy en día ya no existe tanta diferencia de precio entre la versión diésel y gasolina como antaño.
Sí que es cierto, que los vehículos diésel históricamente son más propensos a tener problemas mecánicos, como las famosas averías en la EGR o roturas de turbo. Pero hoy en día, la mayoría de gasolinas también cuentan con un turbocompresor, EGR desde años e incluso se está adaptando el famoso FAP (filtro antipartículas), por lo que en caso de avería, estamos igual.
Nuestro gran consejo si compras un vehículo diésel es:
- Respeta los tiempos de calentamiento y enfriamiento de motor y turbo.
- Realiza los mantenimientos programados según el fabricante.
- No te compres un diésel para hacer trayectos de menos de 15km al día.
- No lo lleves bajo de revoluciones por mala costumbre.
¿Qué pasa con las restricciones al diésel?
Y este es el principal punto que más incertidumbre crea entre los compradores y por ello los vehículos diésel están bajando sus ventas. A pesar de los mensajes que se ha enviado por parte de la Administración, el vehículo diésel no está muerto. El diésel no va a prohibirse ni a corto ni a medio plazo. El borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética situaba el fin de la venta del diésel en 2040 y su circulación en 2050, tratándose así de una medida de a largo plazo y todavía nada asegurada, ya que a principios del año 2019, rectificaron su postura acerca de las prohibiciones al diésel y la gasolina.
Pero las prohibiciones también se extenderán al resto de coches de combustión, como los gasolina. Entrar a las grandes ciudades con un diésel será difícil, al igual que lo será con el gasolina. Hay que entender, que actualmente el tratamiento de los diésel y gasolinas NUEVOS es exactamente el mismo. En ambos casos, disponen de la misma etiqueta y las restricciones se aplicarán igual para ambos combustibles. El etiquetado español para diésel de antes de 2006 y gasolinas de antes de 2000 es sólo para las etiquetas B, pero esto solo afecta a los vehículos más antiguos.
El Gobierno tiene una particular encrucijada contra el diésel por temas ecológicos, pero se está dando cuenta que el despegue de los vehículos eléctricos es difícil, lento y costoso, y la venta de gasolinas de última hornada ha aumentado las emisiones de CO2. Los gasolina, producen más CO2 que sus hermanos diésel, y ellos, producen más NO2 y NOx. Así que al final, todo dependerá de qué valor les interese analizar.
¿Y el precio del litro de diésel, qué va a pasar?
Hace tiempo, escribimos un artículo donde hablábamos sobre la subida del diésel y su equiparación al precio de la gasolina. Dicha noticia ha estado estancada debido a la formación de Gobierno y la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. A fecha de enero de 2020, ya tenemos Gobierno, por lo que se pondrá en marcha todo el plan anteriormente citado. En 2020 el litro de diésel aumentará 3,8 céntimos y seguirá subiendo hasta un total de 9,55 céntimos.
Los impuestos al diésel subirán progresivamente hasta equipararse a los gasolina. ¿Significa que el diésel morirá? No, en absoluto. La mayoría de vehículos diésel siguen consumiendo menos litros de diésel por kilometro que su hermano de gasolina, así que seguirá saliendo a cuenta si hacemos muchos kilómetros. Es decir, el coste por kilómetro sigue siendo ventajoso y el diésel una buena opción.
En resumen, todavía le queda mucho futuro al vehículo diésel y deberemos valorar su compra en función de los kilómetros que hagamos. Suele compensar cuando superamos los 20.000 o 25.000km al año.